Un asesor fiscal desempeña un papel clave en la preparación de los estados financieros de una empresa, especialmente al cierre del ejercicio contable. Su labor incluye garantizar que los ajustes contables se realicen correctamente, cumpliendo con los principios de devengo y reflejando la verdadera situación económica del negocio. Estos ajustes contables son fundamentales para que los resultados y el patrimonio mostrados en la contabilidad sean precisos, facilitando así una adecuada toma de decisiones y el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
¿Cuáles son los principales ajustes contables?
Los ajustes contables son correcciones que se realizan en la contabilidad de una empresa al cierre de un periodo, con el fin de que los estados financieros reflejen la realidad económica y cumplan con el principio de devengo.
Mediante el ajuste de cierre contable la empresa registra las operaciones necesarias al final de un ejercicio económico para dejar los estados financieros en condiciones de mostrar la verdadera situación patrimonial y de resultados. Estos ajustes permiten cerrar las cuentas temporales de ingresos y gastos, determinar el resultado del ejercicio y preparar la contabilidad para el nuevo periodo.
¿Qué tipos de ajustes existen?
Los principales ajustes contables son:
- Ajustes por devengo (ingresos y gastos no registrados)
- Ingresos devengados no cobrados: cuando la empresa ya ganó un ingreso, pero aún no lo ha facturado o cobrado.
- Gastos devengados no pagados: cuando la empresa ya incurrió en un gasto, pero no lo ha pagado ni registrado (ejemplo: sueldos pendientes, intereses por pagar).
- Ajustes por pagos o cobros anticipados
- Gastos pagados por anticipado: seguros, alquileres o suscripciones pagadas por adelantado que deben registrarse como activo y luego imputarse al gasto conforme se consumen.
- Ingresos cobrados por anticipado: anticipos de clientes o alquileres cobrados por adelantado que se deben registrar como pasivo hasta que se devenguen.
- Ajustes por depreciación, amortización y deterioro
- Depreciación de activos fijos: distribución sistemática del costo de los bienes tangibles (maquinaria, edificios, vehículos) a lo largo de su vida útil.
- Amortización de intangibles: reconocimiento del gasto por el consumo de activos intangibles (software, patentes, marcas).
- Deterioro de activos: cuando un bien pierde valor y se ajusta al valor recuperable.
- Ajustes por provisiones y contingencias
- Provisiones para riesgos y gastos: estimaciones de obligaciones futuras probables (demandas, indemnizaciones, garantías).
- Provisión para cuentas incobrables: ajuste por clientes que probablemente no pagarán.
- Ajustes por inventarios
- Reconocimiento del costo de ventas y ajuste del inventario final al cierre del periodo.
- Deterioro o desvalorización de inventarios si su valor de mercado es menor al costo.
¿Cómo hacer ajustes contables?
Estos ajustes se realizan normalmente al final de un ejercicio contable, aunque también pueden hacerse durante el periodo si se detectan errores o desajustes.
- Identificar la necesidad del ajuste
Antes de registrar cualquier asiento, se debe determinar qué cuentas requieren corrección. Los ajustes más comunes son:- Ingresos devengados no registrados
- Gastos devengados no pagados
- Pagos o cobros anticipados
- Depreciación y amortización de activos
- Provisiones para riesgos o cuentas incobrables
- Ajustes por inventarios
- Determinar el importe del ajuste. Calcular el monto exacto que se debe ajustar, ya sea para reconocer un gasto, un ingreso o una depreciación.
- Registrar el asiento contable. Se realiza un asiento en el libro diario reflejando el ajuste.
- Para un gasto devengado.
- Para un ingreso devengado.
- Verificar que el ajuste afecte correctamente los estados financieros. Tras registrar el ajuste, revisar que:
- Los ingresos y gastos estén en el periodo correcto
- Los activos y pasivos reflejen el valor real
- La utilidad o pérdida neta esté correctamente calculada
- Cerrar y reabrir cuentas si corresponde. Al final del ejercicio, los ajustes deben formar parte del cierre contable, trasladando ingresos y gastos a la cuenta de resultados y dejando las cuentas patrimoniales listas para el nuevo periodo.
Hacer ajustes contables requiere identificación, cálculo, registro y verificación, asegurando que los estados financieros sean precisos y cumplan con los principios contables.

